Cada vez es más habitual el uso de flora autóctona en las zonas
verdes de pueblos y ciudades, por el beneficio que reporta tanto por reducción
de gastos de mantenimiento en la Administración competente como por el
beneficio ecológico intrínseco al uso de plantas nativas que son propias del clima
y la región.
A pocas semanas de la finalización de la temporada de plantación,
el pasado domingo 28 de febrero se decidió cambiar la habitual zona de
plantación en la Sierra Procomunal, y ni el viento ni la pandemia nos impidió realizar
la primera plantación en zona urbana. Repoblamos un parterre del casco antiguo
de Chinchilla, en una calle de la zona amurallada con estupendas vistas, y que próximamente
el Ayuntamiento vallará para proteger el terreno de las cabras montesas.
El parterre constituye un talud en terraplén de solana cuyo suelo
es pobre en materia orgánica, más bien arenoso, sin rocas ni piedras y del que limpiamos
cristales, plásticos, papeles, bolsas con excrementos de perro y algunas pilas.
Puesto que la zona recibe gran cantidad de radiación solar en
época estival, se decidió repoblar con arbustivas tales como albaida, Anthyllis cytisoides, esparto, Marochloa tenacissima, y también con aromáticas con la idea de favorecer la polinización: espliego, Lavandula latifolia, jara blanca, Cistus albidus, romero rastrero, Rosmarinus officinalis ‘prostatus’, salvia,
Salvia lavandulifolia, y tomillo, Thymus vulgaris.
Albaida |
Jara blanca |
Romero rastrero |
Salvia |
Al finalizar, hemos colocado provisionalmente protectores, y al
agua de riego a añadir se le ha mezclado humus de lombriz de fabricación
casera.
Agradecemos la colaboración del Ayuntamiento de Chinchilla de Montearagón y esperamos próximamente repoblar con flora nativa otros parterres vacíos e incentivar el uso de flora autóctona en jardinería, así como las laderas del Peñón, muy pobres en biodiversidad.
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